Sí, lo reconozco, soy débil.
Me afecta no poder encauzar algunas relaciones familiares difíciles.
Me desespera llevar años luchando con situaciones laborales injustas, encadenando una tras otra.
Me encorajina no mantener el nivel físico de años anteriores por mis problemas de salud.
Me entristece no haber valorado a personas que amaba y que lo merecían; y haber actuado justo al contrario con otras.
Me duele que me llamen "pesimista", "indecente" , solo porque a veces, si me preguntas cómo estoy, no digo que "bien" si no te cuento cómo estoy.
¿Eso quiere decir que me rindo? No necesariamente, me entran muchas veces ganas de mandarlo todo a paseo, desaparecer. Pero, aunque soy débil, soy más parecido al boxeador que, después de veinte asaltos, magullado y sangrante, joder, sigue en pie.
No me rindo porque me han dibujado así
Quizás penséis que no debería publicar este tipo de escritos. Yo mismo pienso que , de algún modo, es un poco pornográfico mostrar en público los sentimientos. Que lo hago por llamar la atención. Que cada uno tiene que cocer sus propios monstruos.
Igual es cierto.
Pero es que vale más una muestra de afecto que mil consejos de positividad o sobre ignorar los problemas. Esos consejos, por favor, a Coelho o a un avestruz, que son dos especies que los entienden y los siguen a la perfección.
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