miércoles, marzo 12, 2008

Un martes

Martes.

Salgo del Parque Tecnológico y sin pasar por la casilla de casa, básicamente porque con esto de las Fallas no puedo aparcar en ningún sitio, me meto en remojo en la piscina. Aguanto sin parar 325 metros, hasta que el estómago me pide manduca so pena de declararse en huelga (de hambre?) por hipoglucemia.

En el portal de casa, un obrero con un martillo neumático que a traición practica un socavón en plan “búsqueda del tesoro” (juraría que no había visto una X pintada señalando el lugar). Hoy no hay siesta, por lo visto, en su lugar raviolis y peli sobre la vida de Peter Sellers. Por lo visto, los genios mejor mantenerlos a distancia