miércoles, enero 15, 2014

El cine después de los títulos de crédito... "1,2,3, Splash!"

¿Sueles ir al cine, o al menos, solías hacerlo?
Si es así, ¿te quedas hasta el final de las películas?
Contesta sin miedo. Tú y yo sabemos que no, yo tampoco lo hago. Y eso que siempre recuerdo a Carlos Pumares aullando en la radio de la habitación de mis padres en la madrugada del sábado, pregonando a quien quisiera escucharle (y a sus vecinos) que había que quedarse sentado hasta ver todos los títulos de crédito. El ejemplo era siempre el mismo, "El secreto de la Pirámide". O sea, que si te ibas antes no te enterabas que el profesor malísimo era Moriarty. Esto no es un spoiler, Sherlock Holmes siempre tiene a Moriarty enfrente.

Este recurso lleva décadas de moda. Hace unos años se empleaban escenas descartadas o partes "pseudo" graciosas para tener a la gente sentada en los títulos de crédito. Últimamente en las pelis de superhéroes el final de la cinta anticipa un malo malote o de qué ira la siguiente, o solo sirve para verles comer un kebab.

Hay un antecedente a este cine tras los títulos. Lo sé porque he leído a Mark Millar y él se enteró viendo "Splash" por vigesimoquinta vez. Que dices, poco trabajo tiene, pero luego piensas que tú has visto Karate Kid III ocho veces y, si ya era mala la primera vez, en cada visionado empeora.

Si recordáis Splash, Tom Hanks se va con la sirenita Daryll Hannah a surcar los procelosos mares, y ya. Vale que Daryll tiene su punto, que el amor es la entrega sin límite pero también podían haberse ido juntos y comprarse un adosado con piscina. El final quedaba un poco flojeras por esa parte, pero  bueno, era "Splash" y no tu tesis doctoral, podías vivir con ello.

La clave estaba en los últimos fotogramas que nadie veía. Resulta que la sirenita no era tal, sino que tenía un pareado en la mismísima Atlántida, como se puede ver si aguantabas sentado