domingo, noviembre 09, 2014

9 - N

Una de mis citas favoritas (y que comparto fervientemente) es la de aquella anécdota que se cuenta sobre Winston Churchill cuando le preguntaron sobre qué opinaba de los franceses. "No sé, no les conozco a todos"

Es un agudo alegato por la diversidad de opiniones que me gusta tener presente. Personalmente, opino que cada uno tiene derecho a escoger de dónde se siente, es algo personal que viene definido por experiencias vitales, filias y por el fomento del sentimiento de pertenencia. Considero que nadie tiene la patente, el cuño para decidir quién es verdaderamente español, catalán, valenciano o congolés.

Durante estos primeros 41 años de vida he tenido la suerte de poder compartir algo de este tiempo con personas de muchos lugares diferentes del mundo, pasar parte de mi vida adulta en Catalunya, donde me formé como trabajador, persona y un poco como músico. Catalunya es un lugar que amo y respeto profundamente.

Aquest amor per Catalunya m'ha portat, per part d'algunes persones, a intentar ser vist com "no valencià" o, directament, qualificar-me (per a d'ells, despectivament) com a català, en una visió excloent que deteste profundament. Favor que em fa, aquesta gent (que es veu que ha comprat en algún lloc una bula per a declarar qui es valencià, espanyol i qui no).

Yo no juego a ese juego. Nunca diré quién es de dónde y quién no. Se puede ser de muchos lugares, de todos, y no ser de ninguno a la vez. Yo me siento valenciano, español, escocés, catalán, mislatero y, a veces, de Wisconsin (para aquellos que no lo sepan, para mí Wisconsin es un estado mental, que significa "añoranza por lo no vivido")

Asimismo, me parece un ejercicio de cinismo (otro más) por parte de este Gobierno declarar que es más democrático no votar sobre cualquier tema que no hacerlo, apelando a una Constitución que parece que fue encontrada en la cima de un monte por unos Moisés de pacotilla.

Dit això, em dól profundament que es jugui amb l'exclusió / inclusió d'un sentiment de pertànyer o no a Catalunya. Concretament, amb la meva exclussió de Catalunya. Jo no jugue al nacionalisme, com he dit abans, ni a l'espanyol, ni al valencià, ni al català. Cada vegada que es proclama que "Espanya no ens estima" em fa tanta pena com ràbia el "No mos fareu catalans" o "Los españoles primero".

Que cada cual decida dónde y cómo quiere vivir, qué quiere ser de mayor. No nos robemos los sentimientos de pertenencia, de cuantos más lugares nos sentamos, más cómodos viviremos.