miércoles, marzo 17, 2010

Propuestas de I+D+i aplicadas a las Fallas

Reunido el equipo desarrollador de proyectos habitual, y ante la inminente presencia de Fallas y falleros en las calles de la ciudad levantina por excelencia, se proponen presentar a las instituciones correspondientes proyectos de innovación y desarrollo para fomentar el avance cultural y económico de los habitantes de tal insigne capital. Los proyectos aprobados son los siguientes:



Proyecto 1. Insonorización acústica de los conocidos como “casales ambulantes”.

Para evitar mayores molestias a los vecinos ocasionadas por las discomóviles, karaokes y demás contaminaciones acústicas, se propone forrar con hueveras todas las carpas falleras, a la usanza de los locales de ensayo más cool de los años setenta. Para obtener las hueveras basta, como es de suponer, con comprar cartones de huevos, empleando el continente para realizar: A) festivales de la tortilla o, eventualmente, B) cederlos al vecindario para que éstos lo empleen como proyectil en caso de que a algún descontrolado le de por lanzar masclets (petardos gordos) en la soledad de la madrugada en sus portales.



Proyecto 2. Tratamiento de las calles iluminadas: pay per view

Como medida recaudatoria para las comisiones, se propone instalar en las calles iluminadas el mecanismo harto conocido denominado comúnmente “velita a San Antonio”, empleado con éxito en toda la red de Iglesias de este amplio mundo durante siglos.


Por un donativo de 2€, inserto en el artefacto citado de la calle en cuestión; ésta, que se encontrará totalmente a oscuras, cobrará (durante 3 segundos) luz y color por arte de 13.000.000 de bombillas de alto consumo y seis velones de Santa Marta, bajo el ritmo del pasodoble “Valencia en Fallas” ( este último elemento es opcional, con descuento).



Proyecto 3. Packaging de monumentos falleros.

¿A quién queremos engañar? Estamos en esto por la pasta, todos los blusones, moños, bunyols y demás valen un dinero, así que tenemos que sacar de donde sea. Es cuestión de financiar los monumentos falleros, sobre todo, puesto que nos salen por un pico. Ya se ha extendido la costumbre de visitante Premium, que se pega la vuelta al monumento en primera fila por un módico precio. Pero aun existe la fea costumbre mayoritaria de ver las fallas sin pagar, son esos que miran en la distancia y, aprovechándose de las cámaras digitales y del zoom de ocho aumentos, retratan para la posteridad el remate de nuestros monumentos. Por no hablar de los ingratos vecinos, que disfrutan de privilegiadas vistas sin abonar ni un euro, escondiéndose ante nuestras reiteradas llamadas al orden en la replegà.

Pues bien, aplicando la conclusión de nuestro estudio de I+D sobre el VipExpress (ib. IDIF, 1990); el no pagar se va a acabar.

Proponemos la construcción de monumentales cajas de cartón, de 50 metros mínimo de altura por la extensión que se considere oportuno; en las que insertar nuestros monumentos, que quedarían de esta manera seguros de la visión de los desaprensivos mirones. Mediante la técnica del corte a tijera conocida como gruyère, se procederá a realizar agujeros a alturas variables para que los visitantes (previo pago) puedan apreciar en el interior la belleza de nuestros populares monumentos (durante, como máximo, un minuto).

Se trataría en definitiva de ensalzar la tan denostada actividad del peepshow, dotándole de un noble fin.



Esperemos que estas tres iniciativas cumplan el curso burocrático legal rápidamente y calen tanto en nuestra sociedad y en el ambiente fallero, tan festivo y popular como acostumbra.

lunes, marzo 08, 2010

Media maratón de Riba-roja del Túria 2010: un paseo en barca

(Las fotos son de Tina y Marcelo que, como habitualmente hicieron un estupendo trabajo ayer).

El domingo se insinuó cuando aún en mis oídos y mi cerebro daban vueltas todas las vivencias del concierto del sábado por la tarde – noche.


Tuve un momento de vacilación y la tentación de quedarme en la cama fue grande, pero me levanté porque tenía una cita con la media maratón de Riba-roja del Túria . Creo que es la media maratón menos preparada de mis correrías, pero justo por eso no podía dejar de ir.



Mis intenciones eran ir muy tranquilo, acompañando a Tocha Ysern y a los amigos Dany y Monty, para pasar una matinal tranquila y acabar con la conciencia ídem.



En Riba-roja montan una de las buenas. La organización es esmerada, buena bolsa del corredor, un circuito variado, con partes duras, algo de animación, buenos avituallamientos, en fin una carrera bien chula.



Quizás el día hizo que muchos de los inscritos desistiesen, porque recordaba más gente el año pasado, aun así buena asistencia, con frío se corre mejor.



Lo mejor de los primeros kilómetros fue, como comentaba, la compañía, porque no me encontraba ni medio bien. El cansancio del día anterior hacía mella, sentía muchas molestias, a pesar de marchar muy despacito (en torno a 6:20 min./k). El circuito presenta algunas partes complicadas, una subida de 400 metros en el km. 4 que negociamos bastante bien, pero a esa altura, me doy cuenta que tengo que frenar zancada para mantenerme con mis compañeros, y que se me está cargando la zona lumbar.



Aguanto lo que puedo, de respiración voy bien, así que decido acomodar la carrera más a mi estilo, lo que significa ir subiendo el ritmo, por lo que en unos minutos desaparecen los dolores. Aun así, las piernas no responden mucho, por lo que el ritmo pasa a ser de 5:50 más o menos. El recorrido entre naranjos , bordeando el lecho del río Túria, ayudaba bastante a tener buenas sensaciones y disfrutar del día.



La zona del km. 15 es la que más dura recordaba, por la urbanización Masia de Traver en constante subida. Aunque, una vez terminada, quedaban aun 5 km. bastante interminables por el constante callejeo, pero que a diferencia del año pasado, pude hacer relativamente bien, para acabar en 2:10:54 (real) que constituye mi segunda peor marca en media, pero que realmente me da igual, porque disfruté mucho, la verdad.

martes, marzo 02, 2010

Volta a Peu de Nazaret 2010: cuarto asalto

Después de tres meses volví a ponerme un dorsal el domingo para correr la Volta a Peu del Barrio de Nazaret, la segunda de las carreras del Circuito de Carreras populares de Valencia.

Una carrera a la que tengo especial cariño puesto que, desde que me recuperé de mi lesión de espalda en 2006, no he dejado de correrla, en mejor o peor forma. Lo primero que sorprende es el aumento espectacular del número de participantes, de los 300 de 2006 a los más de 4000 de este año, en gran parte fruto del buen hacer de la organización. El recorrido ha ido cambiando, empleando el PAI de Nazaret, que viene a ser una zona bautizada por la IA seña Rita "el triángulo de oro"; supongo que algunos se tomaron la afirmación literalmente y por eso en la zona está plagada de grandes carteles anunciando futuras promociones de viviendas a tutiplen, avenidas vacías y grandes socavones (supongo que hechos por los buscadores del metal precioso).

Tras un par de kilómetros de calentamiento, llevado por la "tensión competitiva" me puse al final de la salida (este año han puesto hasta cajones para los más rápidos y los más caraduras, ojo no confundir los unos con los otros) y hasta se me olvidó hasta poner el crono en marcha (iba charlando con todo un clásico, el fotógrafo Marcelo con el que marché la primera parte del recorrido).

Lo importante es que me sentí bastante bien, el último par de km. apreté un poco más para darme el gustazo de correr , porque me apetecía.

Al final entré en meta con un gran recibimiento por parte del "speaker" oficial Joxe (por algo es presidente de mi club, aún así siempre es todo un detalle).

Después, un par de kilómetros más y a ensayar para el día 6 (cuatro horas de nada), para que luego digan que la vida de los bluesman es disipada.