Algo parecido a una crónica - Gandía, 18 noviembre 2007

El viaje hasta Gandía fue tranquilo, con la música a todo trapo en plan concentración. Conseguí aparcar cerca de las pistas de atletismo, por cierto, muy chulas, da gusto participar del ambientillo que se forma. No llevaba una idea fija de qué hacer, salvo acabar y pasarlo lo mejor posible. Cuando de repente me crucé con los amigos Alfredo y Carlos - ambos prácticos de 2 horas en la media de Valencia. Carlos va a llevar al grupo sub 4 horas de la maraton de 2008 de Valencia, por lo que quería practicar ese ritmo, y me propuso ir con él a por las 2 horas. Fiu, 2 horas, yo que había seguido un plan de 2:10... en fin, siempre podría aflojar el ritmo, no?

Así que aproveché el ofrecimiento de Carlos , y nos pusimos a ello. Como decía, el ambiente es muy chulo, mucha gente corriendo, nunca vas solo (lo que se agradece), y los espectadores bastante animosos

Los primeros 5 km fuimos charlando bastante bien, transcurren desde el polideportivo hasta la playa - con centenares de edificios "en primera línea de mar", con lo que el paseo se hace laargo... y se hace un poco largo si cabe porque te cruzabas con todos los corredores, incluídos los primeros, y ver pasar a tanta gente, pensando que cuando das la vuelta, estresa un poco. Además, mi reloj se paraba y no sabía el ritmo y, aunque eso no sea importante, pues me estresaba ir tocando botones todo el rato.

A partir del km 9 se nos juntó un campeón que llevaba empujando a sus dos hijos en un super carro, y subimos un poco el ritmo, hasta el km 12-13 fuimos con él, pero lo cierto es que era demasiado rápido para mí, por lo que volvimos "al redil" de los 5:40 más o menos. Esa parte era la que se me hizo más dura - mentalmente, ya que la media no presenta dificultades-, porque se trataba del camino de vuelta hacia Gandía entre los naranjos - chulo - pero con una solana que para qué.

Una vez dentro de la ciudad Gandía la cosa fue mejor... bueno, entre el 17 y el 18 reduje la velocidad porque mi cuerpo parecía decirme "¿qué pasa tío, dónde vas? que hasta aqui no hemos llegado nunca, frena chaval". Una vez se tranquilizó (el cuerpo) la cosa fue mejor, aunque no parecía que llegásemos por debajo de las 2 horas. Carlos usó con éxito el truco del palo y la zanahoria: me puso una botella de agua al alcance y aceleró para que no la cogiese... ¡qué primitivo soy, xé!.

La entrada en las pistas , con Quasi haciéndome la ola (el tío un crack, 1:45 hizo) fue increible: a falta de 100 metros esprinté para bajar intentar bajar el tiempo oficial en 2 horas, y al conseguirlo me quedé con la cara de éxtasis rollo Santa Teresa que podéis apreciar en la foto (no soy el del primer plano, sino somos los que venimos por detrás, con respeto)