miércoles, febrero 25, 2009

Recorriendo el camino

Ando un poco pensativo con el tema de las nuevas tecnologías, después del post Calimero de esta mañana, nos hemos pasado un par de horas montando lo que en principio prometía ser una videoconferencia, pero al final se ha quedado en audioconferencia , con un aparatejo que viene a ser un teléfono manos libres con tres micrófonos, un poco ortopédico pero que más o menos ha hecho su papel.

Hablando de estos temas en la comida, alucinas un poco con lo que la tecnología nos permite. No hace falta un gran aparataje para hablar y ver a un interlocutor que esté a miles de kilómetros. Incluso con una camarita de 10 euros y un programa como Skype ya te vale, además creo que tiene una opción para mantener una conversación paralela con cuatro conferenciantes, lo que supongo le daría un aspecto a tu pantalla parecido a la entrada de "La tribu de los Brady" o al "VIP noche" que presentaba Emilio Aragón, cuando Tele5 era mozuela.

Sin embargo, mi mente ha querido ir más allá, y recuerda esa serie llamada "Star Trek". No es que fuese un entusiasta de la misma, pero me alucinaban los momentos en los que los protagonistas se teletransportaban, empleando para ello unos grandes artilugios, que vistos en la actualidad, son totalmente iguales a las duchas con hidromasaje (¿diseñadores freaks que se inspiran en la tele?, posiblemente). Me encantaba la idea de poder llegar a donde quisiese sin más, sin coger el 7 o el 81 en el muro de la cárcel o andar 40 minutos a todo meter para no entrar tarde en el cole.
Supongo que este servicio de teletransporte no se colgaría nunca, imagínaos que se queda la pantalla azul o el antivirus te reinicia el sistema de la nave justo cuando estás teletransportándote de la cocina a la central de mando. Tu cuerpo se quedaría en la quinta dimensión, en un estado de antimateria que sería difícil de asumir para un cuerpo como el tuyo, que ya no es lo que era porque en la nave no tienes espacio para pegarte unas carreras, y además acabas de comerte un desayuno que lo flipas.

No, eso no es plan.

Y sin embargo, bien pensado, el teletransporte ya no me entusiasma tanto como cuando era un chavalín. Y no sólo por el miedo al Windows Enterprise, no, sino porque me he dado cuenta de que, realmente, lo que más me gusta de todo esto que implica la vida es recorrer el camino.

3 comentarios:

Syl dijo...

Pues a mi también me mola recorrer el camino, pero no niego que hay muchas veces que pagaría por teletransportarme...

¿sabes que yo sigo pensando que conseguirán inventarlo???...

Es que lo mío con los viajes, ya sabes...y claro, no es plan ir correteando de un país a otro!!!

besitos.

Pablo dijo...

Un final muy poético, Rafa. Si no, a mí también me da yuyu lo del teletransporte por las caídas de sistema; por eso habría que desarrollar un sistema de teletransporte menos tecnológico como el que sugiere Alfred Bester en ... (se me han quedado colgadas las neuronas y no me acuerdo del título de la novela; y aparte de lo del teletransporte, tampoco me acuerdo mucho del argumento, ay). ((Lo peor es que creo que el teletransporte ése de Bester se basaba más en las capacidades cerebrales que en cualquier otra cosa, por eso supongo que, voluntariamente o a la fuerza, comparto u conclusión poética ;-) ))

Falingo escribe dijo...

Supongo que intentarán inventar algún método para teletransportarnos, pero fijo que no lo usan para nada bueno, que estamos que lo tiramos todo!

Me apuntaré al tal Bester. Lástima que mis amigos lectores de ciencia ficción no se paseen por aqui, seguro que nos dejarían la referencia, editorial, etc.