domingo, febrero 26, 2012

Silencio se graba (I)

Termina una semana muy especial para mí.
Además de que, laboralmente, hemos culminado algunos proyectos que llevaban tiempo gestándose (aunque otra cosa será si podremos rentabilizarlos y, dada la situación, si eso servirá para seguir adelante); lo más emocionante ha sido la grabación del primer EP de mi proyecto musical personal.

He decidido rebautizar el proyecto como "Rafa y lo dichoso". Lo dichoso de compartir esta locura con músicos y amigos espectaculares, lo dichoso también por culminar todo el proceso creativo; desde una pequeña idea balbuceada en alguna servilleta, documento de texto o conversación entre amigos hasta una grabación acompañado por grandes músicos, profesionales y generosos. En resumen, Rafa por mi parte y Lo Dichoso porque lo dichoso viene conmigo.

La semana empezó con una sesión de ensayo de las canciones (muchas gracias chicos de Outlet y Libertys por cederme el local), con mucha ansiedad y malentendidos (lo siento, Marcos). Conmigo estuvieron César y Carlos, dos grandes músicos que no conocía pero que han estado toda la vida tocando y girando con un sinfin de artistas, y que supieron darle desde el principio el sentido a lo que teníamos en la cabeza. Digo teníamos porque Carlos Maeso, productor, bajista y colega, se puso las pilas enseguida y supo saber de qué demonios va todo esto de "De Wisconsin al cielo". Ritmos de raíz, potentes, con espacio para poder ir contando las historias de siempre.



En el estudio, la gente de Blackout Musice se ha portado genial, dándome mucha confianza y tranquilidad, además de tener un gran equipo y ser muy eficientes (y rápidos). Un lujazo poder escoger, por ejemplo, si grabar este o aquel solo con una Les Paul, una Rickenbacker o la Super Tele de Mauro, nunca agradeceré lo suficiente su generosidad.

Por mi parte, he aprendido un montón sobre de qué va todo esto de la música: cómo se graba una canción (según Carlos, es como jugar a ser Frankestein, desmembrando piezas y dándole un sentido final); a tocar menos, a buscar líneas de voz, a saber qué narices estaba haciendo.

Mención aparte merece mi colega de alma Juanjo, que siempre está para todo, en esta ocasión para grabar una colaboración con su saber hacer a la tuba. ¡Él sí que es Dichoso!

En fin, espero que os guste, y que nos veamos en alguna de las presentaciones que seguro vendrán...

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